Por Vanessa Vargas
Trabajaremos la fuerza, flexibilidad y movilidad de tu cuerpo, pero también cultivarás aspectos internos de ti misma. Mis clases van más allá de los cambios físicos. Florecerás desde lo interno y se reflejará naturalmente en lo externo.
Encuentra el balance perfecto entre desafío y disfrute. Cultiva tu amor propio, empoderamiento y bienestar integral en cada sesión.
Accede a clases en vivo y biblioteca on-demand. Entrena desde donde estés, a tu ritmo y en el momento que mejor te funcione.
Únete a una comunidad de mujeres que, como tú, buscan crecer, empoderarse y cultivar lo mejor de sí mismas en un espacio seguro y motivador.
¡Hola! Soy Vanessa Vargas, Instructora de Pilates certificada desde 2016 y entrenadora apasionada por el movimiento.
Mi viaje comenzó con el Pilates durante mi carrera de danza, sanando lesiones físicas. Sin embargo, años después, una lesión complicada que me mantuvo en cama me llevó a cuestionamientos más profundos. Aunque tenía fuerza y flexibilidad, ¿por qué estaba tan limitada? Ya no enfrentaba las exigencias de la danza profesional ni la demanda de alto rendimiento, fue un período muy introspectivo y doloroso en mi carrera profesional y en lo personal.
Este punto de inflexión me impulsó a buscar una nueva perspectiva. Me acerqué a maestros de Pilates y kinesiólogos con un enfoque integral, y me sumergí en las neurociencias de manera autodidacta, descubriendo la profunda conexión cuerpo-mente.
Recordé mis verdaderos propósitos. Siendo muy trabajadora y enfocada, había perdido el disfrute sin darme cuenta. Me prometí que al sanar, volvería a la danza, y así fue. La clave fue la aceptación, hacerme cargo, soltar, entender la sinergia cuerpo-mente y por supuesto ¡el movimiento!
Este camino requiere práctica constante y un cambio interno diario. Hoy, valoro y honro mi salud entrenando con respeto y disfrute. Cada movimiento es una oportunidad de crecimiento.
Espero de corazón contribuir en tu camino hacia una versión más plena y equilibrada de ti misma.
Nos vemos en clases,
Vanessa
Yo ya tenía otro proyecto similar, pero sentía que no resonaba con todo lo que estaba evolucionando. Recién había regresado a Chile desde México, con una ola de emociones y sensaciones muy bellas. Quería incorporar a mis clases todo este tema de autoconocimiento y el camino hacia el amor propio.
En ese momento, la pregunta que más me hacían mis conocidos era: '¿Y dónde es tu siguiente viaje?' Conocían lo feliz que era al viajar, aunque no habían sido muchos viajes, sí habían sido significativos. Lo único que yo me decía era: 'Creo que esta vez, es hacia mí.'
Al final, este proyecto iba a ser un aprendizaje tanto para mí como para las mujeres que se unieran. El próximo vuelo era hacia mí misma, y hacia todas aquellas que quisieran emprender este viaje de autodescubrimiento con el movimiento.